Incluso después de un año de trabajar desde casa, no se han superado todos los obstáculos que esto significa y para muchas personas trabajar desde casa sigue siendo un reto: los que cuidan de los hijos o educan en casa, los que extrañan las juntadas con amigos o los que sólo tienen un lugar de trabajo improvisado en el pequeñísimo departamento en pleno centro. Esto hace que la oficina en casa sea una carga constante.
Qué hacer para que la oficina en casa sea un lugar realmente de trabajo. Prepara tu lugar de trabajo siguiendo estos consejos:
Para evitar dolencias como el dolor de espalda, el dolor de cabeza o los trastornos circulatorios, es importante la ergonomía en el puesto de trabajo. Esto también se aplica al trabajo improvisado en la oficina en casa:
- Monitor: Nunca te sientes inclinado o ligeramente torcido respecto a la pantalla, siéntate siempre recto y relajado. Lo ideal es que la distancia entre los ojos y la pantalla sea de al menos 50 cm. Es bueno que la vista caiga ligeramente desde arriba sobre la pantalla y que la línea superior de la imagen esté justo por debajo del nivel de los ojos. El monitor tampoco debe colocarse directamente frente a una ventana, pues de lo contrario los ojos tienen que compensar constantemente las diferencias de luminosidad. Sentarse de espaldas a la ventana tampoco es lo ideal, ya que también crea reflejos. Lo ideal es un ángulo de 90 grados con respecto a la ventana.
- Posición sentada: Presta siempre atención a la forma en que te sientas con la espalda recta. Se aplica lo siguiente: Las piernas deben colocarse de forma que haya un ángulo de 90 grados entre la parte superior e inferior de las piernas. Lo mismo ocurre con el ángulo entre el brazo superior y el inferior en el reposabrazos. Los pies deben estar completamente en contacto con el suelo. Si la mesa y la silla de la cocina no están ahí, prueba con otros muebles que te lo permitan. O compra una silla de oficina de verdad. La oficina en casa probablemente estará con nosotros durante un tiempo, así que la inversión merece la pena.
- Orden: Si el lugar de trabajo está ordenado, se puede trabajar más concentrado; eso ya ocurría en la oficina y no es diferente en la oficina en casa. Aquí cada uno es diferente: a algunos no les importa un escritorio caótico, otros no se concentran. En cualquier caso, vale la pena ordenar el escritorio por la mañana o por la noche: ¡puede hacer maravillas para la concentración!
- Temperatura de la habitación: La temperatura óptima de la oficina en casa debe ser de entre 20 y 22 grados.
- La luz del día: La motivación y la productividad en el trabajo se ven favorecidas por una mayor iluminación natural. Por eso, las ventanas son mejores que la luz artificial.
- Plantas: Por supuesto, es una cuestión de gustos y no una obligación, pero las plantas en el lugar de trabajo pueden aumentar el bienestar. Principalmente por la belleza de la vista, pero también por la pequeña pero fina mejora de la calidad del aire.
- Beber: Beber mucho es mucho más fácil en tu oficina en casa que en la oficina del trabajo. Lo mejor es colocar una jarra de 1,5 litros de agua o té en tu escritorio justo por la mañana para que no te olvides de beber.
