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Rosario, Santa Fe
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Pintamos la casa, el departamento el garaje o cualquier cosa. De repente surge la pregunta: ¿Y, que hacer con la pintura sobrante? Bueno. En primer lugar deberás estimar antes de comenzar, la cantidad de pintura que vas a utilizar. La operación es bien sencilla, pero requerirá algún pequeño cálculo.
Cuando calcules un poco por arriba, seguirás sin saber que hacer con la pintura sobrante. Aquí encontrarás algún pequeño truco, que te ayudará a conservarla perfectamente, para cuando necesites dar algún retoque.
Antes de comenzar a pintar, necesitas estimar la cantidad de pintura que usarás. Las estimaciones requieren cálculos específicos para cada superficie que desees pintar. Para obtener la cantidad de pintura que necesitas para cubrir las paredes de una habitación, suma la longitud de todas las paredes y luego multiplica el número por la altura de la habitación, desde el suelo hasta el techo. El número que obtienes es el metraje cuadrado de la sala. ¿Te parece estar volviendo a clase de matemáticas?
Ahora deberás de determinar la cantidad de esa superficie que se puede pintar. Debido a que usas una pintura diferente en las puertas y ventanas, resta esas áreas del total del espacio. Sin sudar, solo resta 1,8 metros cuadrados por cada puerta y 1,4 metros cuadrados por cada ventana de tamaño medio de la habitación. Terminarás con un número que está cerca del área real de la pared que tienes que cubrir con pintura.
Si quieres ajustar y olvidarte de que hacer con la pintura sobrante, en general, considera que necesitarás esperar 4 litros de pintura para cubrir aproximadamente 35 metros cuadrados. Necesitas algo más de esos cuatro litros, si las paredes son paneles de yeso sin pintar, ya que absorben más pintura. También debes considerar si vas a pintar con más de una capa. Si estás pintando paredes sin terminar, muy parcheadas o de color oscuro, planifica dos capas de pintura.
Aunque hayas calculado perfectamente, siempre suelen quedar restos de pintura en la lata. Por muy bien que cierres y aún ubicando la pintura en un sitio oscuro, fresco y seco, tiende a secarse. Mejor evita que vuelva a ocurrir, para que cuando la necesites, la tengas como el primer día.
Lo mejor será procurarnos un recipiente de cristal o vidrio. Intenta que se ajuste a la cantidad de pintura sobrante. Piensa que es el aire lo que va a acelerar que la pintura se seque. Por ello, busca el tamaño adecuado y que quede la menor cantidad de aire. Tendrás que buscar un recipiente cuya tapa cierre perfectamente, ya que es fundamental que la tapa quede hacia abajo una vez cerrada. Vigila esto, no tengas un problema con un escape de pintura y, ¡Me acuses a mí!
Ahora, solo guarda tu pintura en un sitio alejado de fuentes de calor. Mejor que sea seco y mucho mejor, si evitas que le de la luz del sol. Y ya me contarás ¡que tal funciona!