El jardín es un lugar de calma, pleno de maravillas donde los milagros suceden a cada instante, o quizás no sólo es milagro cuando somos conscientes de ver todo lo que ocurre en él.
La palabra meditación significa cultivo de la mente y la palabra cultivo la relacionamos directamente con un jardín, la tierra o las flores.
El jardín y la meditación como conjunto.
Tal como en el jardín, en nuestro cuerpo y en nuestro ser ocurren milagros a cada instante y la meditación es un recorrido en el que haremos un viaje a nosotros mismos para ser conscientes de ello.
Queremos que utilices tu jardín y la meditación para conectarte con la naturaleza y con tu propio ser.
Para esto, nuestra respiración será el vehículo que acompañará el movimiento sutil que utilizaremos para cerrar nuestros ojos y emprender tal aventurado viaje.
La meditación en el jardín une cuerpo, espíritu y mente en un proceso de introspección factible de ser llevado a cabo para encontrar paz, tranquilizar nuestro ser y conocerlo.
Aunque data de miles de años su práctica entre otros, Rabindranath Tagore poeta bengalí,escritor y Premio Nobel en Literatura en el año 1913, manifiesta en sus poemas y libros la necesidad de unir estos elementos: el jardín y la meditación con el fin de sentir esa libertad y seguridad que su estilo de vida le permitía.
El jardín y la meditación en la práctica:
El jardín, es un lugar material en donde se desarrollan energías de movimientos, nacimientos, crecimientos, uniones y muertes naturales. Todas estas energías lo hacen imperecedero e inmutable en su existencia y desde lo mutable perecedero,
Poder realizar la meditación en este ambiente natural es poder lograr la concientización en la analogía de cuerpo y jardín mimetizados en existencia de vida.
El jardín y la meditación nos conmueven.
Desde un lugar nos lleva a otro en las emociones sin movernos, porque lo que podemos percibir es el movimiento de la plenitud y conmovedora vista que ofrecen los colores de cada una de las flores que en todos sus tamaños, colores, formas y aromas lucen su esplendor y nos maravillan constantemente.
El jardín y la meditación son una dupla inseparable para el que decide llevarlo a cabo. La meditación en la disciplina del Yoga es originaria de la India. Hay variantes de esta práctica, pero en la actualidad se ha incorporado como una disciplina obligatoria en algunas escuelas de enseñanza infantil para inducir desde muy temprano esta costumbre: la meditación para concientización del propio ser en contacto con la naturaleza.
Teniendo en cuenta según algunas definiciones en que la meditación es la práctica de la atención concentrada en ese preciso momento, sea de contemplación como de recogimiento, se practica tanto como ritual religioso como para la salud, tanto como para relajación como para aumentar energías sanadoras.
Pero jardin y la meditación es proponer desde el principio un momento mágico en donde la realidad, está afuera y la contemplación o introspección prevalece a pesar de todo lo que allí ocurra.
