¿Cómo prevenir manchas de humedad en las paredes?

¿Cómo prevenir manchas de humedad en las paredes?

Hay dos tipos principales de humedades según cómo se formen. La humedad por condensación es el resultado de la concentración de vapor de agua del interior de la vivienda. La humedad por filtración la provocan las masas de agua provenientes del exterior ya sea, por ejemplo, por la lluvia. Para poner fin a esa humedad que ensucia la pared y que puede acabar por afectar a nuestra salud es clave identificar cómo se origina.


La humedad por condensación

El exceso de humedad en el aire o vapor de agua en el interior de los edificios genera humedades que se forman debido a la condensación. Estas suelen presentarse sobre todo en ventanas, paredes y techos cuando la temperatura interior es superior a la del exterior. Por otro lado, la falta de ventilación también favorece la acumulación de humedad en el aire, aumentando la posibilidad de que las humedades se presenten en paredes.


Evitar humedad por condensación

Para comprobar de forma casera si la humedad es por condensación, pega un trozo de papel de aluminio con cinta adhesiva sobre la pared; si aparecen gotas de agua al día siguiente, hay humedad excesiva en el aire. Otra de las formas de saberlo es ver si por las noches aparecen también gotitas en las ventanas.

Una de las soluciones más eficaces para evitar las humedades de este tipo es tener controlada la humedad relativa del aire. Hay actividades cotidianas como ducharse, cocinar o planchar que incrementan la humedad. Controlar y reducir los tiempos de estas actividades en la medida de lo posible puede ser un primer paso para evitar o reducir los problemas de humedad.

Por otro lado, también podemos reducir la humedad por condensación con deshumidificadores, que secan el aire retirando la humedad sobrante de los ambientes. Por otro lado, una ventilación adecuada puede facilitar que el aire con exceso de humedad se expulse al exterior mientras entra el aire renovado.


La humedad por filtración

Las precipitaciones abundantes pueden provocar que una cantidad importante de agua se filtre desde el exterior a través de los materiales. La causa del problema, en este caso, habrá que buscarla en otros puntos, como la falta de impermeabilización en cerramientos y las barreras arquitectónicas de la edificación.


Evitar humedades por filtración

Las precipitaciones y la excesiva acumulación de humedad exterior pueden ocasionar filtraciones de humedad. Los síntomas más claros en estos casos son la presencia de manchas blancas en la fachada, denominadas eflorescencias. También suelen ser sinónimo de humedad las grietas, el moho o el musgo. Y todos estos síntomas aumentan cuando las precipitaciones son muy abundantes.

Sellar con material aislante los distintos cerramientos y comprobar posibles fisuras en ventanas y puertas ayudará a que no penetre la humedad. Las canaletas deben estar limpias y las tejas bien colocadas. Por último, es recomendable comprobar con cierta periodicidad que no existan grietas en nuestras fachadas o muros en contacto con la tierra, ya que pueden ser el origen de este tipo de problemas.